La crisis profundiza aún más las desigualdades de género
Como cada año, el 8 de marzo nos hace caer en la cuenta de por mucho que hayamos avanzado en derechos, seguimos viviendo en una sociedad patriarcal que sigue sometiendo a la mujer: convirtiendo su vida en mercancía, dando menos oportunidades por razón de su sexo, con trabajos precarios y mal pagados, asignándole un papel de cuidadora, al servicio del varón. Además en nuestra sociedad mercantilizada, el trabajo oculto del hogar y de los cuidados realizado tradicionalmente por las mujeres, necesario para sostener la propia vida y realizado desde la gratuidad, no es valorado ni considerado trabajo. Sólo se reconoce cuando se le pone precio, cuando se convierte en empleo y es sometido a la lógica del mercado. Por ello, es necesario apreciar el trabajo del hogar y de los cuidados realizado por hombres y por mujeres.
Pero si esta diferenciación de género es ya de por sí injusta, la crisis económica la está agudizando aún más. Las políticas emprendidas en los últimos años (recortes sociales, reformas laborales, supresión de las ayudas a la dependencia, …) han generado una precarización y flexibilización del trabajo, especialmente en las mujeres, que nos hace retroceder hasta épocas que pensábamos superadas, sobre todo en la economía sumergida. El paro no cesa de aumentar; España finalizó el año 2012 con la tasa de desempleo femenina más elevada de Europa, del 26,55% (EPA). Así mismo la tasa de desempleo juvenil, es alarmante, supera el 50% y más de la mitad se da entre las mujeres. Por otro lado, la recortes en la ley de dependencia han desbaratado por completo los tímidos avances en el reconocimiento del trabajo de los cuidados que fundamentalmente realizan las mujeres.
En este día, a todos nuestros gobernantes se les llena la boca de palabras de reconocimiento para la mujer, y en todos los ayuntamientos se organizan actos de celebración. Pero no son sino actos y palabras vacías, hipócritas y electoralistas, que no buscan sino desviar la atención del foco del problema. Y a la vista está un año más el programa de actividades que ha organizado nuestro ayuntamiento para el día de la mujer: pan y circo como siempre, pero cada vez con menos pan.