29M Huelga General: Por la dignidad y justicia

El próximo jueves 29 los sindicatos han convocado una jornada de huelga general para protestar contra la última reforma laboral acometida por el nuevo gobierno del PP sin diálogo social. Pero, más allá de la grave agresión a los derechos laborales que supone esta reforma, existen multitud de motivos para decir basta a esta oleada de recortes de derechos de todo tipo, y de destrucción democrática, que, con la excusa de la crisis, estamos sufriendo, como siempre, los de abajo.

Las mal llamadas políticas de ajuste —en realidad simples recortes económicos y de derechos— que desde el inicio de la crisis económica se vienen aplicando en España, primero por el gobierno de Rodríguez Zapatero, y ahora por el de Mariano Rajoy, están provocando que todo el peso de la misma recaiga sobre las espaldas de los trabajadores asalariados, autónomos y pequeñas y medianas empresas, así como sobre el medio ambiente. La reformas acometidas, que pretenden recuperar el crecimiento económico, no harán sino profundizar aún más la grave crisis medioambiental que ha provocado el mismo sistema capitalista, sin que en ningún momento logren frenar el incesante incremento del paro ni propicien la más leve mejoría económica.

Al mismo tiempo, los causantes de la crisis, la gran patronal y el sector financiero, con la inestimable connivencia de buena parte de la clase política, se aprovechan de la situación y aumentan aún más sus beneficios, haciendo buena una vez más la clásica máxima del más rancio capitalismo: “beneficios privados, pérdidas públicas”.

La última reforma laboral aprobada por el Partido Popular no ha hecho sino desnivelar aún más la balanza a favor de los poderosos, en detrimento de las clases trabajadoras, abaratando el despido, liquidando de hecho la negociación colectiva y concediendo en suma al empresario todo el poder en las relaciones laborales (ver documento adjunto sobre las implicaciones de la reforma laboral).

Aprovechando la crisis económica, el Partido Popular está desmantelando el incipiente y aún deficitario estado del bienestar español, mediante el llamado “adelgazamiento” del sector público, que no es otra cosa que el empeoramiento de las condiciones laborales de los trabajadores públicos, y mediante la privatización por vía de urgencia del sistema de salud y del sistema educativo.

Bajo el pretexto de la lucha contra la crisis, se está produciendo en todo el Estado un asalto a las condiciones laborales de los trabajadores, a nuestros derechos laborales y sociales, a los sectores públicos que a lo largo de décadas y con gran esfuerzo hemos ido construyendo entre todos… Se nos está hurtando, incluso, nuestra propia democracia, que vemos adulterada por la toma de decisiones por parte de personas a las que nadie ha votado y de entidades que escapan a al mínimo control ciudadano, convirtiendo a nuestros gobernantes en meros títeres u hombres de paja de los poderes económicos.

¿Por qué se carga a las clases obreras y más pobres con el peso de una crisis que no han generado, mientras los de arriba siguen aumentando sus beneficios y la brecha de desigualdad se amplía? ¿Por qué los trabajadore/as cotizan más en media que las grandes empresas? ¿Por qué no se persigue a los grandes bancos y empresas que evaden sus capitales del pago de impuestos en los paraísos fiscales? ¿Por qué el Estado tiene que avalar las deudas que los grandes Bancos privados han contraído por especular? ¿Por qué el Estado tiene que endeudarse en los mercados financieros para financiarse? ¿Por qué tenemos que pagar esas deudas ilegítimas que sólo han beneficiado a los más ricos y nos han puesto la soga al cuello a los demás? ¿Por qué no nos preguntan en cuestiones tan importantes para nuestro futuro como la última reforma constitucional o esta reforma laboral? ¿Por qué un gobierno elegido democráticamente como el nuestro, cada vez tiene menos poder de decisión sobre nuestro futuro, sometido por los intereses de los mercados financieros y las grandes empresas?

Nos encontramos en un momento crucial ante el cual no podemos evadir nuestra responsabilidad como ciudadanos. Es el momento de decir basta; reclamar otras políticas y otra economía.

Por tal motivo, desde el Foro Social de Campo de Criptana hacemos un llamamiento a todos los trabajadores y trabajadoras, pero especialmente a los más excluidos y ninguneados del sistema (parados, amas de casa, jubilados, etc.) a secundar la huelga general, no trabajando, no consumiendo y tomando las calles.

Foro Social de Campo de Criptana
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