La Red es un movimiento social, una corriente ciudadana que fomenta la participación activa de las personas. Somos un movimiento horizontal, sin jerarquías, y en el que las bases son la parte fundamental y por eso estamos a favor del foro social de Criptana. La Consulta Social sirvió como demostración práctica de la metodología organizativa, participativa y de acción que define nuestra identidad. La Red es una red política, democrática, horizontal, plural, abierta, apartidista y aconfesional. Política desde el punto de vista de las ciudadanas y de los ciudadanos: la gente que se preocupa por los problemas, se posiciona sobre ellos y actúa para remediarlos o exigir que se remedien.
La Red trasciende el problema de la deuda externa. La deuda no es un fallo del sistema, sino un producto del mismo, por lo que para atajar el problema de la deuda se ve completamente necesario promover un cambio de estructuras. Si la deuda es abolida pero no se cambian las estructuras políticas, económicas y sociales, el problema se volverá a reproducir. El cambio de estructuras incluye el cambio personal, el cambio de nuestra vida, de nuestras motivaciones y ser coherente con ello. Luchamos contra la pobreza e injusticia en sus orígenes, es decir, las estructuras, y no nos detenemos en sus efectos. Todo esto incluye que nuestra lucha está también aquí, en los países ricos, y en concreto, en el nuestro. La acción de la Red por la democracia participativa es parte de su esencia y es una de las formas de lucha por el cambio de estructuras.
Actualmente RCADE está trabajando en la campaña ¿Quién debe a Quién? ([->http://www.quiendebeaquien.org]) desde donde denunciamos la ilegitimidad de la deuda externa, que lejos de beneficiar a la población, ha servido para enriquecer a las élites corruptas de los países del Sur y a los propios prestamistas, que han recibido en concepto de intereses siete veces más el dinero que prestaron en su momento. En lugar de considerar a los países del Sur como deudores, planteamos que son los países del Norte los verdaderos deudores de los países del Sur. Por todo ello, pedimos la abolición de la deuda externa, la realización de auditorías sobre la legitimidad de las deudas bilaterales con España y el reconocimiento de la deuda histórica del saqueo colonial y de la reciente deuda ecológica del Norte por la contaminación del planeta que produce nuestro modelo de consumo.