bolardeo local
En los últimos meses hemos podido observar como sobre todo el centro de nuestra localidad está sembrada de bolardos; parece que una de las principales funciones de estos elementos es la de evitar que los coches aparquen; también se dice que otra de sus misiones es la de salvaguardar la seguridad del peatón. Sin embargo como ciudadano de este pueblo expreso mi total oposición a la colocación masiva de estos pivotes, que si bien persiguen unos beneficios, pienso que los perjuicios que ocasionan duplican a las ventajas.
Hay un hecho evidente y es que las aceras tradicionales son barreras arquitectónicas, pero los bolardos no lo son menos ya que son obstáculos y amenazas intermitentes: ( ahora sí, ahora no, ahora si, ahora no… ) que incumplen la normativa vigente en favor de los discapacitados sobre todo de los invidentes, pero también para el resto de ciudadanos, peatones, motoristas, ciclistas (pensemos en nuestros hijos), … se convierten en una amenaza constante por golpes que Dios no lo quiera puedan resultar fatales; por no mencionar los desperfectos que muchos coches han sufrido al apenas rozarse con uno de ellos; además de congestionar el tráfico enormemente cuando repartidores de mercancía no tienen espacio para poder aparcar sus vehículos y realizar su trabajo.
Otra cuestión ya más subjetiva es la de la estética, estos pivotes no contribuyen precisamente a hermosear nuestras calles que han perdido su encanto al colocar estos elementos tan carentes de elegancia en un pueblo con tanto sabor manchego como lo es el nuestro.
Señores políticos ¿no existe una solución intermedia para que los coches no aparquen que colocar de manera indiscriminada estos elementos en nuestras calles? El ”bolardeo” local lo vivimos como algo cotidiano, estos obstáculos han pasado ya en poco tiempo a ser un elemento habitual en nuestras calles pero sería conveniente reflexionar sobre sus efectos negativos y buscar una alternativa más adecuada que respetase los derechos de peatones y conductores. No soy un experto en esta materia, pero si como vecino de nuestro pueblo vivo con inquietud la normalidad con la que se colocan estos obstáculos siendo quizá una de las posibles soluciones, hacer aceras más anchas con un rebaje en su parte exterior que impida que los vehículos aparquen; no entorpeciendo de manera tan tajante que los repartidores realicen su trabajo y que a la vez no genera peligro alguno para viandantes ni para conductores. Pensemos también otro elemento positivo que conseguiríamos con esta alternativa que no es nada desdeñable y que sería el ahorro en el coste que supone la instalación y el mantenimiento que generan estas barreras.
Un ciudadano.