Los trapos sucios del aeropuerto de Ciudad Real
Artículo aparecido en el periódico Diagonal nº 90 .
En apenas dos meses, los grandes proyectos de Ciudad Real se están desvaneciendo y están dejando en evidencia las dudosas actuaciones de sus principales promotores. El ejemplo más claro es el del aeropuerto, que tenía que haber comenzado a funcionar el 27 de octubre y que a día de hoy sigue sin ver un futuro claro.
El principal revés sufrido por el aeropuerto (presentado como el primero de carácter privado de España, a pesar de las aportaciones del Gobierno de Castilla-La Mancha, la UCLM y la Diputación y el Ayuntamiento de Ciudad Real) es la no concesión de las licencias de vuelo. El Ministerio de Fomento actuó a instancias del de Medio Ambiente, que informó del no cumplimiento de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA). Según el Ministerio, al aeropuerto de Ciudad Real le faltan, entre otras cosas, “la solicitud y autorización de los vertidos, la finalización de las obras de saneamiento, el plan de aislamiento acústico de las viviendas afectadas de Villar del Pozo, la compra de 252 hectáreas de la Zona de Especial Protección para Aves (ZEPA) afectada, (…) el programa agroforestal asociado, la declaración oficial de reserva de fauna, (…) el cambio de las rutas de entrada y salida de las aeronaves”, etc. Lo llamativo es que el aeropuerto anunció su fecha de inauguración y comenzó a vender billetes cuando aún no contaba con los permisos para volar.
Las dos cabezas visibles del aeropuerto de Ciudad Real son Juan Antonio León Triviño y Domingo Díaz de Mera. El primero es el presidente de la Cámara de Comercio de Ciudad Real y posee una constructora a la que el Ayuntamiento de Ciudad Real adjudica casi todas sus obras sin pasar ningún tipo de concurso público. El segundo es un empresario conocido por ser el presidente del Balonmano Ciudad Real y que tiene varios negocios de construcción e inmobiliarias, además de accionariado y participación en numerosísimas empresas.
Propaganda positiva
Ante la negativa a conceder las licencias, todas las administraciones y entidades involucradas en el Aeropuerto han criticado públicamente a Fomento, al que han presentado como verdugo ante la sociedad de Ciudad Real y Castilla-La Mancha. Todo ello es resultado de una campaña de propaganda organizada para que toda la información que se publicase sobre el aeropuerto fuese positiva y generase optimismo en la ciudadanía. Un ejemplo de ello es la Comisión de Seguimiento de la DIA, un organismo cuyo veredicto no era en ningún caso vinculante pero que a la sociedad sí se le presentó como tal. Así, cuando esta comisión dio el visto bueno a las condiciones ambientales del aeropuerto, en caso de que Fomento denegase la licencia, el aeropuerto y todas las administraciones públicas echarían balones fuera y se eximirían de toda culpa.
Y así fue.
Pero, si el aeropuerto incumplía tantos requisitos ambientales, ¿por qué la Comisión dio el visto bueno? Muy sencillo: en la comisión había representantes de asociaciones ecologistas y de los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente y todos ellos se opusieron a dar el aprobado al aeropuerto, pero sus votos no fueron mayoría, ya que entre el resto de personas que formaban esta comisión se encontraban dos representantes de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, representantes de los ayuntamientos de Villar del Pozo, Ballesteros de Calatrava y Cañada de Calatrava y otros dos representantes del aeropuerto, con lo que el visto bueno estaba claro de antemano.
Por otro lado, los medios de comunicación han sido cómplices de esta labor, consistente en ocultar todo aquello que pueda perjudicar al aeropuerto. Un ejemplo: Domingo Díaz de Mera está imputado por la Fiscalía Anticorrupción por irregularidades en Cajasol, entidad de la que fue consejero. Además, al empresario le tocan de cerca entramados como el propio ‘caso Malaya’, en el que podría estar involucrado a raíz de sus conexiones con NH Hoteles. Sin embargo, ninguna de estas informaciones ha sido publicada en los medios de comunicación de toda la región. A día de hoy no se elaboran contenidos críticos sobre el aeropuerto ni sus promotores; la única información que se publica es la que el propio gabinete de comunicación transmite. Y es que la mayoría de medios de Castilla-La Mancha está directa o indirectamente financiada por la Junta y por el propio Díaz de Mera.
El Reino de Don Quijote
El principal compañero de viaje del aeropuerto es El Reino de Don Quijote, un complejo urbanístico de más de 1.200 hectáreas que contará con varios hoteles, un casino y dos campos de golf, cuya legalidad ha sido puesta en entredicho en varias ocasiones. Los principales promotores y valedores privados de El Reino son los mismos del aeropuerto. A día de hoy, el futuro de El Reino también es incierto, ya que Harrah’s Entertainment ha paralizado el proyecto del Gran Casino, uno de los buques insignia de todo este entramado. Así las cosas, el futuro no parece pintar demasiado bien en Ciudad Real. En cuestión de dos meses, los grandes empresarios de la ciudad han visto cómo sus ambiciosos proyectos no acaban de ver la luz y los beneficios siguen sin llegar. En el caso del aeropuerto la situación es verdaderamente preocupante, ya que el retraso de dos años está arruinando a los promotores. Como prueba de ello podemos destacar que un grupo de empresas, entre las que se encontraban varias sociedades de Díaz de Mera, inyectaron hace pocos meses 125 millones de euros para intentar salvar el aeropuerto. ¿Una acción equivocada? En absoluto, ya que, como adelantó Interviú, los promotores del aeropuerto ya han puesto a la venta la infraestructura por unos 1.000 millones de euros.