Érase un pueblo a una chimenea pegado...
No nos cabe duda de que si Quevedo levantase la cabeza, este sería el comienzo de su descripción de nuestro pueblo, porque lo primero que cualquier visitante percibe cuando se acerca a nuestra tierra de gigantes es una gigantesca chimenea y su apestoso hedor. Si, como todo el mundo sabe, nos referimos a la central térmica del grupo Movialsa situada dentro del casco urbano de nuestra localidad, uno de los mayores atentados cometidos contra la salud, el paisaje y el medio ambiente de nuestra tierra.
No podemos culpar a la actual corporación municipal de ser la principal responsable de este atentado, puesto que esta central se ubicó en Campo de Criptana a finales de los 90 cuando gobernaba el partido Socialista, pero si queremos contestar a las recientes declaraciones hechas por nuestro alcalde en una reciente visita a las instalaciones de la central junto al director general de industria (http://manchainformacion.com/news/3674). En esas declaraciones nuestro edil se jactaba de que en nuestro pueblo estuviese ubicado semejante monstruo que él calificaba de avance tecnológico creador empleo y respetuoso con el medio ambiente. Pues bien, podemos pasarle lo de avance tecnológico, aunque hoy en día, cualquier tecnología que no produzca energía de manera limpia no es un avance sino un retroceso, pero no admitimos que nos venda la moto con mentiras sobre el empleo, y menos aún, que nos tome el pelo con las bondades ecológicas de esta central. Cualquier niño de primaria le puede decir que una chimenea que echa humo nunca puede ser buena para la salud ni el medio ambiente.
Por si nuestros vecinos no lo saben, esta central tan respetuosa con el medio ambiente emite, según el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (http://www.prtr-es.es/informes/fichacomplejo.aspx?Id_Complejo=4089), dióxido de carbono, principal responsable del cambio climático, óxidos de nitrógeno, óxidos de azufre, amoniaco, arsénico, cadmio, mercurio, níquel y otros muchos compuestos nocivos para la salud que los criptanenses respiramos a diario, algunos de ellos en cantidades superiores a las emisiones de Repsol en Puertollano. Los efectos de estas sustancias sobre la salud son de sobra conocidos, provocando un incremento de enfermedades respiratorias y cardiovasculares como asma, bronquitis, diferentes alergias, envejecimiento pulmonar, cansancio, depresiones, ansiedad, cefaleas y otras patologías, que afectan sobre todo a la denominada población de riesgo, como lo son niños, ancianos y enfermos crónicos. Precisamente acaba de publicarse un reciente estudio epidemiológico realizado por una decena investigadores de la Unidad Epidemiológica del Cáncer en el Instituto de Salud Carlos III, sobre el impacto para la salud de este tipo de instalaciones. En el estudio se ha evaluado durante una década la incidencia de varios tipos de cáncer en 8073 poblaciones cercanas a centrales térmicas similares a la nuestra. Las conclusiones son demoledoras ya que demuestran que la incidencia del cáncer de pulmón, de laringe y de vesícula es significativamente mayor en las personas que viven en las proximidades de este tipo de centrales. A la luz de estos datos, las declaraciones del señor alcalde no sólo son una tomadura de pelo, sino que además manifiestan una grave irresponsabilidad ante un problema tan serio como este.
De hecho, la nueva normativa sobre este tipo de instalaciones ya reconoce su nocividad para las poblaciones y establece que no pueden ser construidas a menos de 2km del límite del casco urbano, algo que evidentemente incumple esta central que está situada dentro del casco urbano, en la calle Záncara, más concretamente. Pero además incumple otras muchas normas como la altura mínima de la chimenea sobre las viviendas, algo que si bien puede cumplirse para las viviendas de la parte baja del pueblo, es obvio que no lo es para las viviendas de la sierra. O el tipo de combustibles que utiliza, ya que esta central se nos vendió inicialmente como una planta de cogeneración, pero en la práctica se abastece principalmente de fuel. En suma, desde el punto de vista legal, existen motivos más que fundados para su cierre, y así lo avala un caso que ha sentado jurisprudencia en Castejón (Navarra), donde un juez ha impedido la construcción de una central de similares características a la de nuestro pueblo, por ubicarse demasiado cerca del casco urbano. Pero, por otro lado, también son falsos los argumentos de creación de empleo que siempre se esgrimen para justificar este tipo de instalaciones, porque una central de estas características no genera más de una decena de empleos entre directos e indirectos. Si de verdad le preocupa el empleo a nuestro alcalde, que apoye las inversiones en energías renovables que generan muchos más puestos de trabajo.
Finalmente, pero no menos importante, esta el enorme impacto visual que esta central, y sobre todo sus chimeneas, tienen sobre el paisaje de nuestro pueblo. Un pueblo singular en toda la mancha con un enorme legado en su patrimonio cultural, arquitectónico, etnográfico y paisajístico, que aspira a ser el referente turístico manchego, no puede empañarlo con unas chimeneas como estas, visibles desde cualquier rincón de nuestro pueblo y a decenas de kilómetros en la llanura manchega. Ya sabíamos que este gobierno no se caracterizaba por su sensibilidad medioambiental, pero lo que no nos explicamos es cómo se permiten despilfarrar el gran potencial turístico, y por tanto económico, que tiene nuestro pueblo, permitiendo y aplaudiendo la instalación de esta central, e incluso llegando a hacerle publicidad en el boletín del Ayuntamiento pagado por todo/as. Por que, una cosa es apoyar a la industria local y otra muy distinta someter la salud de la población y del ambiente a los intereses privados.
Por todos estos motivos, y porque nosotros, a diferencia de nuestro alcalde, si tenemos la responsabilidad al menos de denunciarlo, desde el grupo Salicor se han iniciado consultas a expertos en legislación medioambiental para sacar esta central lejos de nuestro casco urbano.