Hacia una Gestión Más Racional del Agua
Queridos vecinos de Campo de Criptana, aquí estamos de nuevo con el segundo número de este periódico de todos. Esperamos que hayáis podido recibir el primer número y deseamos haberos contagiado nuestra ilusión por este proyecto de compromiso con nuestro pueblo.
En este segundo número queremos presentar la segunda edición de las “Jornadas por la participación ciudadana” que celebraremos del 26 de mayo al 9 de junio, y cuyo programa de actividades podéis consultar en la contraportada. Estas jornadas son una iniciativa impulsada desde el foro social para promover una mayor participación de la ciudadanía a nivel sociopolítico, en torno a problemas o temas de interés para nuestro pueblo. Este año, las jornadas estarán centradas en torno al problema de Agua.
Tras varios años de sequía, casi sin precedentes en nuestra región y prácticamente en toda España, somos conscientes de la relevancia que ha adquirido este tema para todos. Todos usamos y dependemos del agua, pero son los agricultores los principales afectados por su carestía, ya que su economía, y en consecuencia la de nuestro pueblo, depende del agua para el regadío de los cultivos.
Desgraciadamente, y como tantas cosas básicas, sólo percibimos la importancia del agua cuando nos falta. Es por eso que es necesario analizar el problema con detenimiento y en profundidad, y tomar medidas, más preventivas que paliativas, que resuelvan el problema a largo plazo, ya que la escasez de lluvias y las sequías son fenómenos recurrentes y característicos de nuestro clima mediterráneo. Y en la búsqueda de soluciones debemos “mojarnos” todos, no sólo los políticos, pues deben tenerse en cuenta todos los intereses.
Por ello, con estas jornadas queremos informar y sensibilizar a los ciudadanos sobre la importancia del agua en todos los ámbitos (económico, social, medioambiental, etc.) pero sobretodo queremos promover un debate público y en profundidad sobre la necesidad de un modelo de gestión del agua más racional, del que nos beneficiemos todos, pero sobretodo los que más lo necesitan, que no destruya nuestro ecosistema y que garantice el abastecimiento para las generaciones futuras.
El agua es un bien público del que depende en gran parte la economía de nuestro pueblo, pero también tiene una importante función social, de cohesión territorial y por supuesto medioambiental, ya que nuestros ecosistemas dependen esencialmente del agua. Es por eso que las medidas adoptadas por la administración para paliar las sequías no siempre convencen a todos, y constantemente son fuente de controversia y confrontación entre distintos colectivos y regiones. Muestra de ello son las recientes polémicas en torno al trasvase del Ebro, el Tajo-Segura, la construcción de algunos embalses o las sanciones a los pozos alegales que han recaído sobre muchos de los vecinos de este pueblo. Así, la política de aguas se ha convertido en uno de los principales y más difíciles problemas de resolver para nuestro gobierno.
Preguntas como, ¿cuánta agua necesitamos?, ¿es la sequía una consecuencia de la falta de recursos hídricos, o es más bien consecuencia del aumento de la demanda?, ¿cómo repartir el agua, siendo un bien público como es?, ¿estamos invirtiendo bien nuestra agua o se pueden hacer usos más rentables?, ¿es la sequía el principal problema de nuestra agricultura o son, en general, las políticas económicas impuestas desde Europa por las exigencias de la globalización del modelo económico capitalista? , ¿cómo garantizar la sostenibilidad de nuestros ecosistemas?, ¿quién paga el abastecimiento y la depuración de las aguas?, … no son fáciles de resolver, pero estamos convencidos de que sólo podremos afrontarlas desde el diálogo, el debate constructivo y el trabajo conjunto.
Por otro lado, tampoco queremos dejar de lado otras importantes cuestiones relacionadas con el agua en nuestro pueblo, como son la calidad del agua para consumo urbano, el cuestionamiento de la privatización del servicio de distribución y mantenimiento de agua sanitaria, o la imperiosa necesidad de depurar y reciclar nuestras aguas residuales que actualmente se vierten directamente al los arroyos sin ningún tratamiento.
Esperamos que estas jornadas sean fructíferas y que de ellas salgan iniciativas y propuestas de solución conjuntas que, ¡ojalá! contagien a otros municipios y sean el inicio del camino hacia una gestión más racional del agua. Desde aquí pedimos vuestro respaldo y os invitamos a participar en ellas porque el campo es nuestro futuro.