Victoria ciudadana frente al proyecto del cementerio nuclear en Villar de Cañas

Este miércoles, en la última reunión del año del consejo de ministros se ha aprobado el nuevo Plan General de Residuos Radioactivos (PGRR) que contempla el cierre y desmantelamiento de las 5 centrales nucleares que todavía funcionan en Estado español antes del 2035 y que también pone fin al proyecto de creación del Almacén Temporal Centralizado en Villar de Cañas para albergar todos los residuos generados por ellas.

Desde que en 2011 el gobierno de Mariano Rajoy, a propuesta de Cospedal, aprobase la candidatura de Villar de Cañas para la construcción del ATC, el grupo Salicor se ha movilizado junto a la Plataforma Contra el Cementerio Nuclear de Cuenca para impedir la este proyecto que pretendía ubicar miles de toneladas de residuos radioactivos a escasos 60 km de nuestro pueblo, con el que se comunica Villar de Cañas directamente a través del cauce del río Záncara.

Han sido más de 10 años de lucha que ha movilizado a miles de personas en varias marchas de protesta en el propio pueblo de Villar de Cañas, cientos acciones de sensibilización y charlas explicativas en la comarca sobre los peligros que conllevan este tipo de instalaciones, y una intensa labor de lobby para presionar tanto al gobierno regional, como estatal, para que pusiesen fin a este proyecto. Durante todos estos años ha habido momentos para el optimismo y también para el pesimismo, momentos de fuerza y de debilidad, pero en ningún momento hemos perdido la esperanza ni se nos pasó por la cabeza tirar la toalla y dar por perdida la lucha, a pesar de los grandes poderes económicos y políticos a los que nos enfrentábamos.

El tiempo nos ha demostrado que, una vez más, los intereses económicos prevalecían a los intereses ciudadanos, sobre todo cuando se supo, por medio de un estudio geológico, que los terrenos donde se pretendía construir el ATC no eran los más apropiados, y aun así el gobierno de Cospedal no cesó en su empeño, lo que demostraba que el objetivo que tenía Cospedal no era gestionar los residuos nucleares, sino beneficiar a empresas amigas con la concesión de este proyecto millonario. Cabe preguntarse quién asumirá el coste de las inversiones que se han hecho en los terrenos destinados a la construcción del ATC, financias con dinero público.

El nuevo PGRR contempla como alternativa la propuesta de Ecologistas en Acción de creación de almacenes temporales individuales (ATI) junto a las centrales nucleares en funcionamiento, en lugar de un almacén centralizado, y evitar así el desplazamiento de residuos radioactivos por toda la península.

Estamos de enhorabuena por la recompensa de tantos años de lucha, una la lucha ciudadana de miles de pequeños quijotes que ha tumbado a estos gigantes que amenazaban nuestra salud y medio ambiente, y por ello queremos celebrarlo con todas las vecinas de Campo de Criptana.